Separa las yemas del huevo y conserva las yemas ya que las usarás para la salsa
Vierte la leche en una olla y calienta hasta romper el primer hervor, en un recipiente aparte coloca yemas junto con el azúcar y bate hasta que tome un color amarillo pálido (Este procedimiento se conoce como “Blanquear”)
Al momento de romper el hervor retira de la hornilla y vierte una parte de la leche, ⅓ de la leche debes agregarla poco a poco en las yemas sin dejar de mover, esto para evitar se coagulen las yemas, cuando esté perfectamente integrado bate y regresa esta mezcla a la olla con el resto de la leche.
Coloca la olla nuevamente a fuego medio o medio bajo, este paso es muy importante pues no queremos que hierva, ya que esto puede provocar que el huevo coagule y se vea cortado. Mezcla hasta que se vea espeso.
Debes estar moviendo la mezcla constantemente, incluso en las paredes de la olla, para evitar que se queme o se caliente en algunas partes , cuando veas que toma espesor revisa el punto nape con ayuda de una cuchara, este punto se encuentra entre unos 75° y 80 °C.
El punto nape se dará cuando la crema cubra la parte posterior de la cuchara y al trazar con un dedo una línea, ésta se mantenga sin que el líquido corra.
En ese momento cuela y pasa a otro recipiente, esto es ideal para colocar kirsch u otro licor o destilado de tu agrado.
Baja la temperatura con ayuda de un baño maría invertido y conserva en refrigeración bien tapado.