Jorge Muñoz Zapata: El ángel de Queens
La historia de Jorge Muñoz empezó como la de muchos de nosotros: una migración en búsqueda de mejores oportunidades. Impulsado por la ilusión de cumplir el “sueño americano”, emprendió un camino lleno de obstáculos y decisiones difíciles desde Pereira, Colombia, hasta Nueva York.
Llegó a los Estados Unidos en la década de los 80s, tras sufrir la muerte de su padre, junto a su madre y su hermana. En 1987 consiguió su residencia legal y comenzó con sus primeros trabajos para ayudar a la economía del hogar.
Si bien nunca tuvo la necesidad de pedir dinero o comida en las frías calles de Nueva York, Jorge era consciente de la realidad de su comunidad. Y cuando pudo, no dudó en extender una mano para hacer la diferencia.
Una batalla contra el hambre
Recorriendo el barrio con su bus escolar, fue testigo de cómo mucha gente mendigaba en las calles. En su mayoría inmigrantes, ninguno de ellos tenía trabajo y, con suerte, comían una sola vez por día. La imagen lo conmovió y pensó que debía hacer algo.
Hablando con sus amigos que trabajaban en restaurantes, supo que muchos locales desperdiciaban comida y la echaban en la basura. Es que por una política de la mayoría de las empresas, los alimentos que no se consumían en el día, debían descartarse por completo al momento del cierre.
Las ideas muchas veces surgen en momentos inesperados, y hay que aprovecharlas. Eso hizo Jorge. Cuando vio personas que estaban por echar comida a la basura, pidió que se la donaran, preparó platos de comida en su casa, y fue solo a entregarlos en la esquina de Jackson Heights. La convocatoria fue avasallante, y esa fue la punta del iceberg de lo que estaba por venir.
No pasaron muchos días hasta que toda la familia de Jorge se involucró en la solidaria hazaña. Empezaron a repartir tres veces por semana, y luego todos los días, al conseguir que más restaurantes donaran la comida que no se consumía.
La lucha trae su recompensa
La noticia corrió rápido. Y los números escalaron estrepitosamente: 35 platos por noche, luego 60, y después 140.
New York Times no tardó en hacerse eco de esta historia, y publicó un video con testimonios de los beneficiados. Muy pronto, Jorge empezó a conocerse popularmente como “el ángel de Queens”, y se ganó el reconocimiento de toda la ciudad. Fue en el año 2004 en el que ese apodo se transformó en el nombre de una fundación sin fines de lucro, donde a día de hoy el colombiano consolida sus esfuerzos.
En el año 2009, CNN lo condecoró como “héroe”, y poco tiempo después fue recibido personalmente por Barack Obama, quien le otorgó la “President´s citizens medal” por su gran labor benéfica.
Aún queda mucho por hacer
Jorge es, desde hace varios años, un ícono de la comunidad latina y un ejemplo a seguir por todos sus compatriotas emigrados. “Una sonrisa es mi recompensa”, declara con alegría en cada entrevista. En total, ya ha servido más de 70 mil platos de comida de manera completamente gratuita y altruista.
Actualmente, además de continuar con su labor con un equipo ampliado y comprometido; ha decidido incursionar en política, para ser parte activa del cambio que busca para los suyos.
El ángel de Queens sabe que esto apenas comienza, y todavía quedan muchas injusticias por enmendar para mejorar las vidas de la inmensa comunidad latina que existe en Estados Unidos.
¿Y tú, ya has decidido cómo puedes empezar a ayudar?
Sigue a Jorge Muñoz, el “ángel de Queens”, en redes sociales: @heroejorgemunoz
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