¿Qué son las emociones positivas y negativas?
Cada persona reacciona de una manera diferente aunque se enfrente a la misma situación. Ya sea ante un evento planeado o inesperado, es posible experimentar una amplia gama de emociones positivas y negativas. El problema ahora es definir qué genera esa respuesta emocional automática y cuál es el comportamiento derivado de la misma.
En este post aprenderás cuáles son las diferentes emociones y cómo identificarlas. Descubre por qué es tan importante manejar estas reacciones y la mejor forma de lograrlo.
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¿Qué son las emociones?
Las emociones son respuestas mentales a diferentes estímulos que implican tres componentes básicos: una experiencia subjetiva, una respuesta fisiológica y una respuesta conductual. Los procesos cognitivos cumplen un rol central en la producción de emociones, pues están relacionados con los diferentes niveles de conciencia.
Todas las emociones comienzan cuando el individuo se enfrenta a una experiencia subjetiva o una interacción emocional. En ese instante, la actividad neurobiológica se enciende, y el cerebro, mediante la amígdala, produce una reacción fisiológica, una conducta o una expresión. Estas respuestas pueden ser situacionales y momentáneas, o pueden convertirse en rasgos característicos de la personalidad de cada uno.
Las emociones surgen en automático, y esto es lo que las diferencia de un sentimiento o un estado de ánimo. Los sentimientos suelen derivar de experiencias emocionales, pero se encuentran mediados por una fuerte consciencia de la situación. Por su parte, los estados de ánimo no tienen un origen certero, pues es muy difícil reconocer los estímulos que los ocasionan y suelen ser más breves que las emociones.
A lo largo de la vida, las personas experimentan un amplio abanico de emociones marcadas por su pasado, su comportamiento y su entorno. De ahí que existan emociones positivas y negativas. Sin embargo, esta clasificación es solo una de las tantas que hay en la actualidad.
Tipos de emociones
Conocer las emociones positivas y negativas te ayudará a reconocer y comprender mejor cada una de ellas, pero sobre todo, te dará autocontrol.
Emociones positivas: definición
Las emociones positivas son respuestas agradables, placenteras y deseables. Éstas reflejan y repercuten en el bienestar general de las personas, además de contribuir en el enriquecimiento de los vínculos afectivos, el desempeño laboral y el rendimiento académico.
Emociones negativas: definición
Las emociones negativas tienden a hacerte sentir mal o peor contigo mismo, sin olvidar que reducen tu autoestima y la confianza propia. Si bien es natural sentir estas emociones, el malestar que ocasionan puede afectar otros ámbitos de la vida diaria. Es importante trabajar en ellas con prácticas como la meditación o hacer algunos ejercicios de mindfulness para afrontar el sufrimiento.
Emociones positivas y negativas: ejemplos
A continuación te mostraremos algunas emociones positivas y negativas. Ejemplos hay muchos, pero primero descubre cuáles son las emociones positivas:
- Alegría
- Diversión
- Compasión
- Gratitud
Algunas de las emociones negativas son:
- Enfado
- Frustración
- Impotencia
- Temor
- Culpa
- Soledad
- Resentimiento
- Tristeza
- Celos
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¿Cómo repercuten las emociones en el trabajo?
Un buen ambiente laboral es un espacio en el que conviven la cooperación, la comunicación fluida y el trabajo en equipo. El papel de las emociones en este contexto es muy importante, ya que estas respuestas impactan de forma indirecta en el comportamiento de los individuos. La conducta guiada por las emociones puede tener consecuencias a nivel de productividad y determinar el éxito o fracaso de los proyectos laborales, pues repercuten tanto en el desempeño de las personas trabajadoras como en la relación con sus colegas.
Un estudio publicado en el Personality and Social Psychology Review, expone que el análisis del comportamiento puede proporcionar resultados emocionales anticipados, prevenir reacciones y minimizar los conflictos interpersonales. Sin embargo, lo más interesante del ensayo es que el comportamiento puede servir como retroalimentación y promover un aprendizaje que permita modificar el comportamiento futuro.
En este sentido, las emociones positivas son cruciales para crear un ambiente de trabajo productivo y cordial. Estas emociones son necesarias para el correcto funcionamiento y la organización de la conciencia, mientras que las emociones negativas pueden afectar la calidad de vida y causar problemas como la confusión y el pánico.
Esto es grave, pues al no tener la mente despejada para trabajar, se hace imposible desarrollar cualquier actividad de forma eficiente. Por otro lado, las personas que experimentan emociones negativas suelen percibir peligro en situaciones en las que no parece haber riesgos, lo que desemboca en reacciones inapropiadas.
Una actitud fuera de lugar puede generar incomodidad entre colegas o conllevar a un despido por comportamiento inadecuado. Estas emociones se reflejan en el cuerpo de los individuos, así que no podemos decir que solo se trate de procesos internos. Ya sea que hablemos de repercusiones físicas o mentales, lo más probable es que se requiera de asistencia profesional.
Los expertos recomiendan aprender sobre el manejo de las emociones y con esto minimizar los riesgos de caer en conductas impulsivas que conlleven consecuencias indeseadas en el ámbito laboral. Trabajar en las habilidades interpersonales y en el control interno por medio de ejercicios como la meditación es un buen modo de empezar a controlar diversos estados. Por su parte, si detectas colegas conflictivos, ten en cuenta estas recomendaciones sobre cómo trabajar con colaboradores de actitud negativa.
La importancia de las emociones
La capacidad de identificar las emociones positivas y negativas puede ser muy útil en diferentes contextos, pues el comportamiento de los individuos está atravesado muchas veces por respuestas emocionales inconscientes y que pueden afectar las relaciones entre pares.
Afortunadamente existen diferentes técnicas para liberar emociones, una de las más importantes es sentir cada una de ellas sin importar que sea positiva y negativa, pues reprimirlas tampoco es una opción saludable para quien las experimenta. Por este motivo, debemos aceptarlas, reconocerlas y practicar el desapego, ya que la tristeza y la felicidad son impermanentes.
Un ensayo de la Universidad de Delaware afirma que expresar los sentimientos con palabras es una herramienta útil para regular las emociones y contribuir al desarrollo de mayores habilidades sociales.
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