Sistemas energéticos en el deporte

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Si estás buscando cómo armar una rutina de ejercicios que se adapte a tus objetivos deportivos, seguramente querrás saber más sobre los sistemas energéticos en el deporte. Conocer qué tipo de energía y en qué cantidades es necesaria para hacer tu actividad es clave para organizar tu práctica.

En este artículo te contaremos más sobre los sistemas energéticos, entre los que encontramos el sistema de los fosfágenos, la glucólisis anaeróbica y el sistema oxidativo. Sigue leyendo y entérate de todo.

¿Qué son los sistemas energéticos?

Los sistemas energéticos en el deporte son las vías metabólicas a través de las cuales el organismo obtiene la energía que necesita para realizar el ejercicio. 

También se definen como las diferentes maneras que tiene el organismo para suministrar sustratos energéticos como el adenosín trifosfato (ATP), molécula fundamental en la producción de energía para los músculos.

El concepto de sistemas energéticos debe ser conocido por todo profesional deportivo, pues entender cómo funciona servirá para que nuestro organismo obtenga la energía que necesita para rendir de manera adecuada sin importar el ejercicio que realice.

Alguien que correrá maratones no necesitará la misma cantidad de energía que alguien que hará esprints o entrenamiento funcional. Por lo tanto, tampoco empleará el mismo sistema energético.

Aprende sobre qué es el entrenamiento funcional en este artículo.

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¿Cómo funcionan?

Los sistemas energéticos se dividen en tres dependiendo del momento, la cantidad de energía necesaria y los sustratos energéticos utilizados para dar potencia al músculo. Estos son los siguientes: el sistema de los fosfágenos, la glucólisis anaeróbica y el sistema oxidativo. Pero ¿cómo es el proceso?

ATP

Como mencionamos anteriormente, el ATP es la molécula energética principal de nuestro organismo. Está conformada por el núcleo (adenosín) y tres átomos de fosfato; todos los organismos vivos recurren a este sustrato como fuente energética primaria.

Proceso de hidrólisis

El ATP se descompone a través de un proceso de hidrólisis, lo que lo convierte en una molécula de adenosín difosfato y un átomo de fosfato por separado. Es durante este proceso que se libera la energía.

Reciclaje de ATP

El organismo recicla ATP constantemente; además, este proceso es una de las funciones metabólicas más intensas. Al realizar una actividad física, dependiendo de su intensidad, se necesitarán más o menos cantidades de energía. Esto se traduce en un mayor o menor ritmo de reciclaje para evitar la demora en el suministro energético.

Velocidad de producción de ATP

El cuerpo necesita energía para realizar cualquier tipo de actividad o trabajo físico. Esta energía viene en forma de ATP, por lo que la rapidez con la que el organismo es capaz de usar el ATP está determinada por los sistemas energéticos que pueden producir la molécula.

ATP y sistemas energéticos

Según la vía a través de la cual se obtenga la energía, se puede hablar de diferentes sistemas energéticos. Estos están determinados por las moléculas que la aportan, así como por el tiempo de duración de la actividad física y su intensidad.

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Tipos de sistemas energéticos

Existen tres sistemas energéticos en el deporte, los cuales se van relevando en función de las demandas energéticas de la persona y la actividad física que realiza.

Todos los deportistas que se dediquen al entrenamiento deben desarrollar un funcionamiento óptimo de los sistemas energéticos, sin importar cuál sea el que esté más alineado con sus necesidades energéticas durante la actividad.

Esto se debe a que cada sistema energético se encargará de proveer de energía a los músculos en las diferentes condiciones que pueden darse a lo largo de la actividad física, las cuales corresponden con situaciones anaeróbicas alácticas, situaciones anaeróbicas lácticas y situaciones aeróbicas, que dependen también de distintos objetivos. 

Sistema de los fosfágenos

También denominado sistema anaeróbico aláctico, su obtención de energía depende de las reservas de ATP y fosfocreatina presentes en el músculo. 

Es la forma más rápida de obtener energía, pues se utiliza en los movimientos explosivos que preceden a un esfuerzo muscular intenso y en los cuales no hay tiempo de convertir otros combustibles en ATP. En contrapartida, no dura más de 10 segundos y ofrece un aporte de energía máximo. Luego hay que esperar entre 3 y 5 minutos para que los fosfágenos del músculo se repongan.

Por esta razón, este sistema es la vía energética habitual para deportes de potencia que implican distancias y tiempos cortos.

Glucólisis anaeróbica

Es la vía que sustituye al sistema de los fosfágenos, además de  la fuente energética principal en esfuerzos deportivos de alta intensidad y de corta duración, aunque en este caso va más allá de unos pocos segundos. Se activa cuando las reservas de ATP y fosfocreatina se agotan, por lo que el músculo debe volver a sintetizar ATP a través de la glucólisis.

La glucólisis anaeróbica proporciona energía suficiente para mantener esfuerzos de alta intensidad por entre 1 y 2 minutos; además, puede ser lenta o rápida, esto depende de la potencia del ejercicio. La vía glucolítica produce lactato; actualmente, se sabe que el lactato actúa como fuente de energía. 

Sistema aeróbico u oxidativo

Tras usar el ATP, la fosfocreatina y la glucosa, el organismo debe apoyarse en el sistema oxidativo. Es decir, los músculos recurren al oxígeno presente en hidratos de carbono, las grasas y, de ser necesario, a las proteínas.

Es la vía más lenta para conseguir ATP, pero la energía que se genera puede ser utilizada durante un largo periodo. Por eso, el sistema aeróbico es el que se pone en marcha cuando se realizan deportes de resistencia basados en la llegada de oxígeno a los músculos, lo que facilita el esfuerzo físico y evita la generación de ácido láctico.

Además, este sistema, debido al sustrato energético utilizado, es ideal para favorecer la quema de grasas del cuerpo.

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Conclusión

Los sistemas energéticos en el deporte intervienen constantemente, por tal razón, conocerlos es esencial para entender cómo funciona nuestro rendimiento físico. ¿Quieres saber más sobre el funcionamiento del cuerpo durante la actividad física? Inscríbete a nuestro Programa de Entrenador Personal y aprende junto a los especialistas. ¡Tu futuro profesional inicia ahora!