¿Cuál es el consumo de un aire acondicionado y cómo reducirlo?
El aire acondicionado es uno de los inventos modernos más importantes: salva del calor y es fiel compañero en el frío. Su uso se volvió cotidiano para muchos, que lo mantienen prendido durante gran parte del día para poder ambientar su hogar y protegerse de las temperaturas extremas. Pero, ¿Sabes cuánta energía gasta el aire acondicionado?
La respuesta puede ayudarte a optimizar el uso de la energía eléctrica en tu hogar o espacio de trabajo. Además, por fortuna, hoy existen aires acondicionados de bajo consumo, que cuidan tu bolsillo y también contribuyen a cuidar el planeta. ¿Te interesa conocer cuál es la mejor opción para tu situación particular? ¡Sigue leyendo y conoce más sobre el consumo de aire acondicionado!
Factores que influyen en el consumo de un aire acondicionado
El consumo del aire acondicionado va a depender de cuestiones que no puedes controlar, como la ciudad en donde vives y el porcentaje de humedad que haya en esa zona; pero también de otros factores que puedes manipular, como el tamaño del equipo, su eficiencia energética, el tiempo y el modo de uso.
Como podrás imaginar, elegir un aire acondicionado que ahorre energía es lo ideal. Pero no siempre éstos están dentro de tu presupuesto. Toma nota de lo que deberías considerar a la hora de comprar un equipo nuevo:
Tamaño y capacidad
La capacidad y el tamaño del aire acondicionado que escojas dependerá del ambiente donde lo vayas a colocar. Esto quiere decir que el consumo del aire acondicionado se verá influido por el espacio a enfriar o calentar.
La potencia se mide en frigorías, y la regla general indica que se necesitan 150 frigorías (600 BTU/h) por cada metro cuadrado a refrigerar. A mayor cantidad de frigorías, más consumo en vatios generará el aparato.
Eficiencia energética
Uno de los elementos más importantes para saber cuántos watts consume un aire acondicionado es fijarse en la eficiencia energética, que indica de qué manera se relaciona el electrodoméstico con la corriente eléctrica.
Para que sea más sencillo de entender para el consumidor, muchos países han implementado una guía con colores que va desde el A+++ siendo el más eficiente, hasta la F con el mayor consumo. Encontrarás este “semáforo” en la etiqueta del producto. ¡No lo pases por alto!
Uso y mantenimiento del aire acondicionado
Como es evidente, el consumo del aire acondicionado aumentará a mayor cantidad de usos, y esto también se debe a la suciedad que acumula con cada temporada.
Por esta razón, es importante que realices mantenimiento al equipo mínimo una vez por año. Si el aparato se enciende más de 8 horas diarias, la revisión debería ser más periódica. A mayor suciedad en los filtros, más consumirá el aire acondicionado.
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¿Cómo calcular el consumo de un aire acondicionado?
La fórmula para calcular cuánta energía gasta el aire acondicionado es muy sencilla. Lo primero será averiguar el precio del kw por hora en tu ciudad. Luego, contempla cuántas horas diarias está prendido el equipo.
Considerando que la regla general indica que un aire acondicionado tipo Split 1×1 de 3000 frigorías (12 000 BTU) consume en promedio 1 kw por hora, podrás calcular rápidamente cuánto consume un aire acondicionado en watts y en dólares, para que no haya sorpresas en tu factura.
Recomendaciones para reducir el consumo eléctrico de un aire acondicionado
Además de saber cuántos watts consume un aire acondicionado, es importante tomar conciencia de los beneficios que tiene optimizar su gasto; no solamente para cuidar el bolsillo, sino también en pos de un planeta más sano.
Para reducir el consumo de aire acondicionado y optimizar el consumo eléctrico, hay una serie de cuestiones a tener en cuenta:
Mantener una temperatura adecuada
Usar el aire por debajo de las temperaturas recomendadas es abusar del equipo y generar un gasto extra innecesario.
No, poner el aire acondicionado más bajo no hará que la habitación se enfríe más rápido. Por el contrario, si mantienes las temperaturas bajas por mucho tiempo, corres riesgo de contraer enfermedades, y estarás desperdiciando recursos y dinero innecesariamente.
Recuerda que este electrodoméstico está diseñado para ambientar de forma agradable un espacio, no para extremar las temperaturas.
La temperatura óptima para el aire acondicionado es de entre 22 °C y 25 °C (68-75 °F).
Utilizar correctamente las funciones del aire acondicionado
Para reducir el consumo de aire acondicionado y ahorrar energía, aprovecha las funciones del aparato para cada ocasión particular: al salir de casa, al querer ventilar, al dormir, etc. Otra opción muy útil es programar el temporizador para evitar que quede encendido por gran cantidad de horas.
Realizar un mantenimiento periódico
Como hemos mencionado, para optimizar la energía que gasta un aire acondicionado es importante realizar revisiones y mantenimiento periódico al electrodoméstico, para asegurar que su funcionamiento sea uniforme en el espacio y eficiente. Además, esto te ahorrará problemas más graves que podrían provocar que tengas que comprar un equipo nuevo.
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Evitar fugas
El gas refrigerante es un compuesto químico circula por el equipo de una forma tecnificada, y representa una de las fallas más comunes de un electrodoméstico de este estilo. Si el aire acondicionado presenta una fuga, producirá aire menos frío, que te obligará a bajar la temperatura del equipo, generando más consumo.
Si hay un escape de gas refrigerante, el aire acondicionado requerirá de una inspección y reparación. Te recomendamos extrema prudencia en este aspecto. El mantenimiento debería realizarlo solo un experto, ya que el gas refrigerante contiene elementos altamente contaminantes, que puede provocar efectos adversos de salud si no se manipula correctamente.
Otras medidas
Una ventilación adecuada de los espacios puede ayudarte a reducir el consumo de aire acondicionado. Lo ideal es abrir las ventanas a primera hora de la mañana y hasta por la noche, para aprovechar las corrientes de viento. No utilices el aire acondicionado en los días más templados.
Otra recomendación es renovar el equipo si es muy antiguo. Aunque el cambio representa una inversión, lo verás reflejado en tu factura de luz, especialmente si eliges un aire acondicionado bajo consumo que tenga una eficiencia energética más conveniente.
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