¿Cómo hacer un soufflé? Principales claves

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foto en primer plano de una mano sacando un soufflé recién hecho del horno.

Aunque no lo creas, hacer un soufflé no es tan complejo como parece. Sí, hay algunos secretos indispensables para que la masa quede elevada, aireada y tan suave que parece deshacerse en la boca. Pero la receta de soufflé de verduras, de papa y queso, de atún, o de el ingrediente que quieras y tengas a mano, está a tu alcance si tienes un buen horno y estos consejos que te daremos a continuación. 

Es que, claro, así como puedes conocer las mil y una formas de hacer puré, saber cómo se hace un soufflé digno de restaurante tiene que estar en tu repertorio gastronómico. Así que sigue leyendo y entérate de todas las técnicas y secretos. ¡Comencemos!

¿Qué es un soufflé?

El soufflé es una preparación que reúne las mejores características de un platillo diseñado para gustar hasta al paladar más quisquilloso: textura esponjosa, sabor suave y un aspecto elegante y llamativo, que te invita a probarlo al instante.

Un aspecto “soplado”

El término soufflé viene del verbo francés “souffler”, que significa “soplar”. A partir de la mezcla de claras batidas a nieve firme es que se logra el aspecto inflado propio de este plato, independientemente de si es dulce o salado, servido como acompañamiento, postre o principal.

Equilibrio entre forma y sabor

Ya sea un soufflé de queso, un soufflé de atún o uno de verduras, esta elaboración debe ser ligera y etérea, pero también bien cocida para que el sabor sea una combinación perfecta entre los ingredientes, y ninguno se sienta crudo. Por supuesto, el punto clave final está en su forma: debe mantenerse perfecta desde que sale del horno hasta que el comensal termina de comerlo.

Claves para preparar un soufflé perfecto 

Así como existen diferentes tipos de carne para ramen, con  secretos únicos para lograr un sabor intenso y cohesionado en el platillo chino; el soufflé también tiene sus trucos. Toma nota de algunos de ellos:

Dejar reposar la mezcla

La mezcla base de un soufflé es lo que le dará el sabor a nuestro platillo. Es una de las mitades perfectas de la preparación, y es tan versátil que puede variar en base los gustos del chef y del consumidor: si es un soufflé dulce, la mezcla puede ser una crema de chocolate o limón, por ejemplo; mientras que si elegimos decantar por lo salado, un soufflé de queso puede ser protagonista de la noche. 

La importancia del batido de las claras

Sea cual sea el caso, la mezcla debe prepararse con antelación y guardarse en la nevera por entre seis y ocho horas, para mantener su buen estado, ir ganando consistencia, y no estropear los ingredientes. 

El secreto más importante para hacer un soufflé perfecto es el batido de las claras, que deben quedar firmes pero sin excederse. El punto adecuado es el de picos blandos que permite que se mezclen mejor. 

Las claras han de estar a temperatura ambiente, y asegúrate de añadir un pellizco de sal antes de comenzar a batir, para ayudar a que adquieran consistencia rápidamente y la mantengan. Una vez listas, deben ser incorporadas inmediatamente a la mezcla base, con movimientos envolventes y de a partes, para que la preparación se aligere y luego se infle adecuadamente en el horno.

foto de una persona batiendo claras a punto nieve

Hornear de inmediato

Una vez que la mezcla del soufflé está lista, con sus dos mitades incorporadas, se pasa a rellenar los moldes y a hornear sin demora. Si dejas pasar mucho tiempo antes de la cocción, es posible que el aire escape de la mezcla y ésta se apelmace con el calor.

Para mejores y más jugosos resultados, puedes colocar los moldes en la parte inferior del horno y verter un vaso de agua en la bandeja en la que se encuentren.

Emparejar los bordes

Un truco para que el soufflé crezca recto y homogéneo durante la cocción es pasar una espátula o el lado romo de un cuchillo por el borde del molde recién servido, para así dejar la masa al ras. No olvides limpiar con un trapo húmedo el filo del molde para evitar costras de mezcla.

Evitar cambios bruscos de temperatura

Un cambio brusco de temperatura puede desinflar tu soufflé. Por eso, lo mejor es apagar el horno una vez cumplido el tiempo reglamentario de horneado y dejarlo reposar en su interior un par de minutos antes de abrir la puerta. Nada más sacar el soufflé del horno hay que servirlo, pues en cuestión de minutos se vendrá abajo y perderá su espumosidad característica. 

Consejos para evitar errores comunes a la hora de preparar un soufflé

No olvides sellarlo

Para hacer un buen soufflé, es importante sellarlo. Si el soufflé es salado, puedes poner en el fondo del molde una capa fina de queso rallado. Si es dulce, añade caramelo líquido.

No esperes para comerlo

El soufflé debe comerse recién sacado del horno para que no se desinfle en la espera.

persona sacando un souffle del horno

Atempera la mezcla base

Si refrigeras la mezcla base de tu soufflé, ocúpate de sacarla de la nevera un rato antes para que se atempere. Es importante que esté a temperatura ambiente al momento de incorporar las claras batidas para que éstas no se congelen y el aire entre en una masa ligera.

Precalienta el horno

El horno ha de estar pre calentado a la temperatura que indique la receta (generalmente 200°C) y no se puede abrir hasta que no finalice el tiempo establecido de cocción.

Usa moldes rectos

Los moldes profundos y de paredes rectas facilitan la subida de la masa de manera uniforme.

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Conclusión

Ya sabes cómo se hace un soufflé perfecto, suave y esponjoso y, sobre todo, delicioso. ¿Quieres saber hacer más recetas exitosas? Entonces inscríbete en nuestro Programa de Cocina Internacional y aprende junto a los mejores expertos. ¡Te esperamos!

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Escrito por Víctor Herrera

Licenciado en Gastronomía