¿Cómo nuestro estado de ánimo puede afectar nuestra alimentación?
¿Sabías que una alimentación sana no sólo logra un buen estado físico y ayuda a mantener una condición de salud favorable, sino que también tiene un impacto positivo en nuestro estado de ánimo?
Es por esta razón que elegir adecuadamente los alimentos que consumimos es fundamental, para garantizar el bienestar psíquico y físico de nuestro organismo en todas las etapas del desarrollo.
En el siguiente artículo estaremos hablando acerca de la alimentación emocional, cómo afectan las emociones al cuerpo y de qué manera influyen los alimentos en el estado de ánimo y salud. Además, conoceremos algunas opciones que podemos considerar para mejorarla. ¡Comencemos!
¿Cómo nuestro estado de ánimo puede afectar a nuestra alimentación?
Las emociones cumplen un rol importante para tomar decisiones, y esto es algo que se traslada a la alimentación y el tipo de hábito alimenticio que elegimos. El Dr. Daniel López Rosetti asegura que “no somos seres racionales, en realidad somos seres emocionales que razonan”. Es por eso que, cuando estamos bajos de ánimo o afrontando una situación negativa, tendemos a canalizar esa angustia con acciones impulsivas y/o dañinas, como pueden ser comprar o comer.
Una mala alimentación puede deteriorar el estado de ánimo y la salud de una persona en el mediano o largo plazo. Algunos efectos que puede provocar una alimentación emocional negativa son:
Depresión
Hace muchos años que los expertos en nutrición investigan “los alimentos que causan depresión”. Se denominan esta manera porque afectan la función de la microbiota en el intestino, un órgano que científicos de Harvard Review of Psychiatry han logrado relacionar con el estado de ánimo, las emociones y el desarrollo de trastornos psiquiátricos.
Ante estos síntomas, el cuerpo empieza a gestionar la necesidad de consumir productos altos en grasa o azúcar, alimentos que bajan la serotonina a largo plazo ya que se vuelven adictivos, y agudizan los problemas de depresión.
Estrés
El estrés es un estado de tensión física, emocional y mental, que también logra intervenir en la alimentación. Mientras más alto sea, aumentan las probabilidades del consumo de alimentos que bajan la serotonina. Estos suelen ser extremadamente hipercalóricos, altos en azúcar, sal y grasas.
Por otro lado, este factor psicológico inhibe la sensación de saciedad, provocando que se ingieran alimentos de manera compulsiva.
Ansiedad
Esta es otra sintomatología relacionada con la alimentación e incluso se ha determinado que la ingesta reducida de omega 3, cobre y zinc puede profundizarla, ya que durante este periodo se prefieren alimentos altos en cafeína, sal, teína y mateína, que estimulan el sistema nervioso central agravando el cuadro. Es importante seleccionar alimentos para subir el estado de ánimo sanos y que permitan combatir la ansiedad.
Cansancio y fatiga
La baja de energía es otro factor que se desarrolla cuando no elegimos los alimentos adecuados. Los ultraprocesados altos en azúcar son responsables de síntomas como el cansancio y la fatiga, por lo que se termina afectando el estado de ánimo y salud.
Insomnio
Algunos alimentos alteran el sueño y las horas de descanso, provocando a su vez un desequilibrio en las hormonas del apetito, provocando déficit de peso o un aumento descontrolado del mismo.
¿Qué alimentos pueden afectar nuestro estado de ánimo? ¿Por qué sucede esto?
Cada vez son más las personas que están tomando la iniciativa de mejorar la forma en la que se alimentan. Para ello, aprenden a leer las etiquetas de los productos, analizan cuáles son los
Esta concientización evita la alimentación emocional y promueve un hábito alimenticio responsable: entender cómo afectan las emociones al cuerpo nos permite crear posibilidades que mejoren nuestra alimentación y estado de ánimo.
Algunos de los alimentos nocivos que debes evitar son:
Bebidas energizantes
Estos productos proliferan en el mercado como una alternativa que además de brindarte “nutrición” te ayuda a “recargar energías”. Sin embargo, producen nerviosismo, problemas de concentración, falta de sueño y ansiedad. Por otro lado, también suelen ser elevadas en azúcares.
Café y té
Estas dos sustancias son reconocidas por tener efectos estimulantes que terminan afectando las funciones del sistema nervioso, y generan alteraciones del sueño, sobre todo si se consumen antes de dormir.
Refrescos y bebidas alcohólicas
Los refrescos tienen alto contenido de azúcares, mientras que las bebidas alcohólicas son consideradas un depresor del sistema nervioso, ambos capaces de modificar de forma negativa la alimentación y estado de ánimo.
Las grasas saturadas y trans
Jim Whitem, experto en nutrición de Virginia Beach y vocero de Academy of Nutrition and Dietetics, aseguró que las grasas trans están entre los alimentos que bajan la serotonina, y su ingesta afecta las funciones del cerebro, el estado de ánimo y la regulación del sueño.
Azúcar refinada o edulcorante
La coach nutricional Asum Armas no recomienda el consumo de estos productos, ya que “puede debilitar los mecanismos corporales de control de la glucosa”. Estos no son alimentos para levantar el estado de ánimo ni endulzar tus comidas saludablemente.
¿Cómo controlar nuestra alimentación y emociones?
La ciencia demostró una relación directa entre la alimentación y estado de ánimo. Es decir, cómo nos sentimos, afecta nuestra forma de comer, y según lo que comemos, influye en cómo nos sentimos.
Por ejemplo, el consumo de chocolate amargo o café intervienen en el cerebro: el primero, como parte de los alimentos para subir el estado de ánimo y el segundo, entre los que empeoran la ansiedad, depresión y nerviosismo. Puedes evitarlo siguiendo estos consejos:
Comiendo opciones sanas
Hay muchos alimentos para subir el estado de ánimo, que además son bastante saludables. Cualquier vegetal o verdura, por ejemplo, te ayudará en los momentos de tensión si los controlas en cantidades apropiadas para ti.
Realizando un registro de tus comidas
Si llevas un control de lo que consumes, es menos probable que decidas optar por alimentos dañinos o poco saludables. Consulta con un nutricionista, que te asesorará en elegir qué tomar para tener energía y ánimo, además de alimentos que generen dopamina y serotonina.
Manejando tus emociones
La mejor manera de controlar tu alimentación es trabajando el problema desde la raíz. En este caso, es importante saber cómo manejar las emociones. No dudes en consultar a un experto para que te asesore en este punto.
Reduciendo las fuentes de ansiedad y estrés
Disminuye la exposición a escenarios que te provoquen inestabilidad emocional y concéntrate en encontrar alimentos que generen dopamina y serotonina.
Iniciando una rutina saludable
Crea una rutina de bienestar, donde puedas fomentar disciplina por alguna actividad física y el consumo de alimentos para levantar el estado de ánimo.
Conclusión
Conocer qué productos afectan al organismo y cuáles son esos alimentos que ayudan a subir el estado de ánimo y mantenerse saludable es vital para alcanzar el bienestar.
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