Crisis emocionales: qué son y cómo enfrentarlas
Las crisis emocionales son periodos de tiempo en los que se percibe un desequilibrio emocional a raíz de un suceso inesperado, difícil o peligroso. Vienen dados por un acontecimiento específico y no se pueden predecir, lo que provoca que las reacciones se den de forma intensa.
Cuando se tiene una crisis emocional, se puede experimentar desequilibrio y desorientación, así como angustia, ansiedad, estrés, apatía, depresión, sentimientos de culpa, pérdida de la autoestima u otros síntomas físicos y psicológicos. Hoy aprenderás cómo manejar las crisis emocionales para salir con mayor fortaleza de estos periodos.
Etapas de las crisis emocionales
Las crisis pueden ser provocadas por factores externos o internos, cuando es externa, surge por un duelo como la muerte de una persona, estar expuesto a la discriminación, el acoso o los accidentes y las situaciones estresantes. Cuando la causa es interna, puede deberse a una crisis existencial por un nuevo periodo de vida, dudas vocacionales, identidad, o alguna psicopatología.
Generalmente, las crisis emocionales tiene una duración de 1 a 6 semanas, en las que se pasa por diferentes etapas del proceso. Tienes que saber que las emociones transcurren porque son momentáneas, pero si se alimenta más este estado, pueden generarse diferentes trastornos emocionales. Nuestros expertos y docentes en el Curso online de Psicología Positiva te mostrarán lo que las crisis emocionales pueden provocar en tu vida y cómo superarlas.
Horowitz propuso 5 etapas que van desde que la crisis comienza hasta que finaliza:
1. Primeras reacciones
En esta etapa te enfrentas a la noticia o estímulo desencadenante, de modo que aún no se entiende bien lo que está sucediendo ni el comportamiento que se debe adaptar, por lo que pueden generarse algunas reacciones inmediatas que provoquen acciones impulsivas, parálisis o shock.
2. Proceso de negación
Después se puede experimentar agobio por la situación que aconteció provocando que se genere un periodo en el que resulta difícil asimilar el suceso, puede presentarse la negación, entorpecimiento emocional, bloqueo o simulación de que nada ha pasado, buscando bloquear el impacto.
3. Intrusión
En esta etapa se experimenta dolor por los recuerdos nostálgicos o los pensamientos recurrentes sobre el acontecimiento, este dolor se produce por los sentimientos desafiantes a raíz del suceso.
4. Penetración
Fase en la que se desahoga todo el dolor. En esta etapa comienzas a ser más realista y observas lo que pasó con mayor claridad, se pueden penetrar los sentimientos porque es más sencillo reconocer, aceptar y expresar todo lo que surgió a raíz de la crisis. Si se gestiona de forma sana, los individuos progresan de forma natural, de lo contrario, se recomienda acudir a algún psicólogo que guíe tu proceso.
5. Consumación
Finalmente se pueden asimilar los cambios, pues se integra el aprendizaje y se reorganizan los pensamientos y sentimientos. Esta fase conduce a la integración de todo lo que sucedió durante la crisis emocional, lo que ayuda a la persona a aceptar el acontecimiento y encontrar la oportunidad a partir de la crisis.
A veces no aprovechamos el gran potencial que hay detrás del “fracaso”, ya que tú puedes aprender a transformar las situaciones que se perciben como “negativas”. No te pierdas el artículo “5 maneras de lidiar con el fracaso y convertirlo en crecimiento personal” y aprende como afrontar esta situación desafiante.
Cómo manejar las emociones y evitar crisis emocionales
Cada persona reacciona distinto a las crisis emocionales, entre estas respuestas pueden estar los cambios físicos y mentales como el cansancio, el agotamiento, la confusión, la ansiedad, la desorganización en las relaciones sociales, la respiración entrecortada, los problemas digestivos, el insomnio, la sensibilidad, la preocupación, la culpa o las expresiones de dolor.
Hay ciertos pasos que puedes realizar para manejar crisis emocionales de la mejor manera. Sigue los siguientes consejos para trabajarlo:
– Toma un descanso
El primer paso y el más importante es que generes una pausa en tu vida para descansar de todo el movimiento emocional que estas presentando. Date un espacio para tranquilizarte y conectar con tu interior, deja de hacer y permítete ser, esto no quiere decir que te evadas, sino que te des un espacio para relajarte y entender los procesos internos que estás enfrentando. Expresa tu sentir por medio del dibujo, en una caminata o cantando, también puedes tomar un baño relajante, meditar u otra actividad que te permita darte un respiro.
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– Acepta la situación e identifica de dónde surge
Una vez que te hayas dado el tiempo para tomar un descanso, permítete reflexionar acerca de la situación, asume lo que paso e identifica porque te sientes de esta manera; ten cuidado de no magnificar la situación o fomentar la culpa, pues esto no te permitirá enfocarte en el presente. Deja salir tus sentimientos sin juzgarlos y observa cual es la fuente de tu sentir, sé lo más sincero que puedas contigo mismo y no intentes engañarte.
Si quieres aprender de donde surgen tus emociones y que te quieren comunicar, puedes hacerlo por medio de la inteligencia emocional. No te pierdas el siguiente artículo con el que aprenderás cómo enlazar un puente entre tus emociones y tus pensamientos, “Identifica los tipos de emociones con inteligencia emocional”.
– Habla con un amigo o familiar de confianza
Apóyate de tus redes familiares y amigos cercanos para sentir su calor y colaboración. Una vez que hayas realizado un proceso interno contigo mismo, podrás externalizar tu sentir para desahogarte y darte cuenta de lo que anda mal contigo. Intenta también hablar de otros temas, de esta forma podrás ampliar tu panorama y tomar consciencia de todas las cosas maravillosas que existen en la vida.
– Realiza ejercicio
El movimiento te ayudará a sacar toda esa energía estancada y a descansar mejor. Quizá al inicio no te parezca tan atractivo comenzar a hacer ejercicio, pero al final de la rutina sentirás un cambio significativo, pues la actividad física produce hormonas beneficiosas para tu cuerpo y tus emociones. Anímate a realizar este cambio.
– Respira profundo cuando lo necesites
La respiración es una de las grandes herramientas que tienes para relajarte y sentirte en el momento presente, pues es capaz de regular tu Sistema Nervioso Central, encargado de regular las funciones del cuerpo. La respiración lenta y profunda activa una parte del SN que te permite regenerar y restaurar todo tu funcionamiento celular, solo con unos minutos de respiraciones puedes sentir la diferencia, así que no dudes en apoyarte en esta herramienta si estás pasando por una crisis emocional. Complementa la respiración con unos minutos de meditación, y así podrás potenciar sus beneficios.
– Piensa en soluciones alternativas
Finalmente, observa todo lo que pudiste descubrir durante este periodo, pues sin duda las crisis emocionales te obligan a ponerle atención a tu interior ¿Qué provocó esta situación? ¿qué cambios te gustaría tener en tu vida? Puedes escribirlo y agradecer por todo el aprendizaje, de esta forma cambiaras el enfoque de la situación. Explora alternativas, soluciones y planifica estrategias que expresen el cambio que quieres lograr.
Si deseas conocer otro tipo de estrategias para combatir las crisis emocionales, te invitamos a registrarte a nuestro Programa de Inteligencia Emocional, donde podrás empezar a cambiar tu vida de forma positiva con ayuda de nuestro expertos y docentes.
Hoy has aprendido qué son las crisis emocionales y cuáles son las herramientas que puedes utilizar para manejarlas. Si sientes que necesitas llevar este proceso junto a un profesional, no dudes en consultarlo.
Las crisis siempre producen cambios que puedes ser muy beneficiosos, quizá ahora no lo notes, pero con el tiempo y el debido proceso podrás encontrar el aprendizaje que hay detrás de estas circunstancias. Nuestro Programa de Inteligencia Emocional es el mejor camino para confrontar todo tipo de crisis emocionales. Regístrate desde ahora y empieza a cambiar tu vida.