¿Qué es la discriminación por edad?
Si bien muchas veces la discriminación por edad pasa desapercibida, y hasta parece no existir en el siglo XXI, diversos estudios afirman que los adultos mayores la padecen cada vez más, lo que afecta su calidad de vida, autoestima y posibilidades de relación con sus pares.
Esta situación es tan grave, que personas mayores de 40 años ya sufren malos tratos o momentos incómodos a causa de su edad, especialmente en el ámbito laboral.
Si quieres saber más sobre lo que es la discriminación por edad y cómo actuar ante uno de estos casos, te invitamos a continuar leyendo este artículo.
¿Qué es la Discriminación por edad?
La discriminación etaria consiste en tratar a un individuo, ya se sea empleado o solicitante de empleo, de forma menos favorable debido a su edad. Es un atentado directo a la autoestima, y es definida como la difamación contra personas simplemente porque son mayores.
Es ilegal ser discriminado o acosado por alguien debido a la edad. Los individuos de cuarenta años o más están amparados por la ley, así que pueden recibir compensación por daños derivados de conductas y discriminaciones en su contra en el trabajo, según lo dispone la Ley de Discriminación por Edad en el Empleo. La gravedad del asunto, sin embargo, radica en que estas conductas son muy difíciles de detectar y probar ante un tercero.
Señales de ser o haber sido víctima de discriminación por edad
El prejuicio por la edad es delicado y, a veces, hasta imperceptible. Por eso, a continuación te mostramos los ejemplos de discriminación por edad más distintivos y evidentes:
- Negativa de trabajo por no ser lo suficientemente joven.
- Recibir burlas o comentarios inadecuados en base a la edad.
- Tener que realizar tareas humillantes solo por ser mayor.
- Contar con un ingreso más bajo para realizar el mismo trabajo que alguien más joven.
Si bien estas son algunas de las más notorias, también existen otras que no son tan fáciles de detectar. Estas son:
- Comentarios encubiertos: a veces, los líderes o jefes de las empresas suelen referirse a los trabajadores como “sangre joven o fresca”, lo que es un indicativo de una mentalidad claramente discriminatoria. De hecho, el uso de estos modismos puede incluso ser considerado una señal de discriminación sistemática por edad.
- Oportunidades diferenciadas: si los trabajadores más jóvenes tienen todas las oportunidades y los mayores no, hay una notable tendencia hacia la discriminación etaria.
- Disociación social: si los empleados mayores no hacen parte de las reuniones por fuera del ámbito laboral o no son invitados, la culpa puede tenerla el prejuicio etario.
- Despidos incomprensibles: si en el entorno laboral solo se despide a los trabajadores mayores, o estos son eliminados para que sus tareas sean asignadas a gente más joven bajo otro título, es señal de que algo anda mal.
Señales de que su lugar de trabajo tiene políticas de inclusión a las personas mayores
Por otro lado, existen trabajos que evitan caer en la discriminación por edad, al punto de ofrecer espacios inclusivos, pensados específicamente en las necesidades de los trabajadores mayores. Algunos ejemplos son:
- Baños adaptados: con el envejecimiento pueden aparecer diferentes problemas relacionados con la movilidad, ya sea por desgaste físico o por un deterioro cognitivo. Es por ello por lo que contar con un baño adaptado para mayores es muy importante.
- Planes de alimentación acordes: una dieta equilibrada contribuye a mejorar la calidad de vida de las personas, por lo que es fundamental que en el comedor o espacio de alimentación exista variedad para todo tipo de gustos y cuidados.
- Paciencia y tolerancia: No todos los adultos mayores son fáciles de tratar y tampoco aprenden de la misma manera que una persona joven. Es muy importante cuidar las maneras en las cuales los empleadores y compañeros de trabajo se desenvuelven en el día a día con sus colegas de la tercera edad. Si es el caso, vale la pena investigar sobre cómo tratar con adultos difíciles, y así garantizar un espacio de trabajo amigable y productivo.
¿Es posible renunciar si la situación es intolerable?
La ley ampara a quienes pueden poner en evidencia las malas condiciones de trabajo en diferentes entornos, sobre todo si estos quieren renunciar a sus empleos en vez de continuar siendo discriminados.
Las condiciones deberían ser severas y frecuentes para poder presentar una renuncia. Primero, se deberían reportar estas irregularidades a través de distintas quejas en la compañía. Si no se ve un cambio o no se ofrecen soluciones, se puede presentar una renuncia formal y procurar recibir una compensación por los daños y perjuicios recibidos.
¿Qué hacer si se sufre de Discriminación por edad?
Muchos lugares de trabajo cuentan con políticas anti discriminación. Sin embargo, es necesario que se registren reiteradamente estas conductas para que puedan hacerse los ajustes necesarios. En muchas ocasiones, los derechos de los trabajadores mayores no son respetados y es por ello que la discriminación muchas veces se convierte en violencia profesional.
Cuando se sufre algún tipo de discriminación por edad, lo primero que se debe hacer es conversar con lo agentes superiroes para aclarar y solucionar el problema a través del diálogo, la empatía y la compresión. Si esto no es suficiente, se debe acudir a los espacios reguladores de trabajo del país y realizar una denuncia formal.
El ente regulador de los derechos de los trabajadores se encargará de cumplir con su tarea e investigará en profundidad lo ocurrido para tomar cartas en el asunto.
Conclusión
La discriminación etaria es una realidad y es más común de lo que creemos; por eso, es muy importante tener las herramientas para poder distinguirla. Si además de sumergirte en este tema, quieres aprender más y obtener mayores recursos para combatirla, te invitamos a inscribirte a nuestro Programa de Cuidado del Adulto mayor. Capacítate con los mejores expertos. ¡Entra ahora!